Mi experiencia en las oposiciones III

29 sept 2018

Hola de nuevo!

Vale, no tiene mucho sentido publicar esta entrada ahora, pero dado que es la tercera parte de mis oposiciones, me apetece que quede aquí todo escrito. ;-)

Si en una primera entrada os explicaba la primera fase de las opos, y en la segunda el tiempo entre la primera y la segunda fase, hoy os hablo de como viví la segunda fase: la defensa de mi programación didáctica. No os hablaré de como la preparé o qué aspectos incluí en ella, de eso si queréis, hablaré en otra entrada. Os aviso, que esta de hoy es larga.


Después de entregar la programación didáctica me fui a casa. Estaba histérica, aunque yo me sintiera tranquila, en realidad estaba de los nervios. No me apetecía hacer nada, tampoco terminar de preparar la defensa de las unidades didácticas (en el caso de Baleares, las 12 intervenciones diferenciadas con alumnos). De hecho, creo que durante ese día y medio sólo revisé el material que llevaba e hice algunos simulacros. Pero pocos, tampoco os vayáis a creer.
  
El miércoles de mi defensa, salí de casa súper temprano y sin desayunar. Los nervios no me dejaban comer. Llegué a la sede de mi tribunal mucho antes de la hora convocada. No sabía si subir al aula, o esperar en el coche pero al final me decidí a subir. Me comí una barrita energética y esperé. El llamamiento,a las 08:00, era para todos los aspirantes que defendíamos ese día, por lo que poco a poco fueron llegando otros compañeros. Estuvimos hablando un poco otra vez de las notas de la primera fase y de los nervios de esta segunda parte. Y eso me tranquilizó. Todos estábamos igual.

A las 08:00 salió el presidente de mi tribunal e hizo el llamamiento. Como yo era la primera, me llevó a un rincón e hicimos el sorteo de las unidades didácticas. Salieron la 1, 4 y 11. No estaba mal pero a mi me gustaba especialmente el caso 2. Opté por el primero que era un taller de estimulación del lenguaje en EI. El cuatro era un caso sobre un niño con autismo, pero como el caso práctico de la primera fase me lo puntuaron muy bajo, preferí no volver a jugármela. El 11 directamente no lo tenía preparado, con lo que ni me lo planteé.

Empecé la encerrona, que en realidad fue en una aula abierta. Me dieron agua y ánimos y me puse a pasar a limpio mi guión con las hojas del tribunal. También preparé el material y cuando faltaban 15 minutos para terminar la hora, les dije que ya estaba lista pero que necesitaba un tiempo para colocar el material. Me dijeron que sin problema y durante ese tiempo, los miembros del tribunal fueron realmente amables y consiguieron que me tranquilizase un poco. Recuerdo que el presidente del tribunal me hizo un comentario sobre como estaba y que entendiera que estaba delante de compañeros, que me relajara y que explicara mi trabajo.

Empecé mi defensa super nerviosa pero con el paso de los minutos me fui relajando bastante. Miraba a todos los miembros del tribunal y, aunque me ponía nerviosa ver que tomaban notas, intenté no darles importancia. Ellos asentían y también me miraban. Lo que en lugar de ponerme nerviosa, conseguía lo contrario: me estaban escuchando.

Cuando terminé con esa primera parte, me dieron unos minutos para reponerme y empezar con la exposición de la actuación escogida. Me volvieron a dar agua y cuando estuve lista, empecé. Las sensaciones también fueron buenas. Recuerdo que uno de los vocales asentía mucho si una actividad le gustaba, pero también fui capaz de captar cuando algo no terminaba de gustarle. Expuse todas mis actividades, diciendo que el material que proponía era muy versátil y que podían hacerse actividades diferentes.

Una vez terminada esa parte, empezaron los 5 minutos para preguntas y debate. Y ahí casi quise morir porque me hicieron un montón de preguntas: desde aspectos concretos de mi organización en un cole (como programo las diferentes actividades a lo largo de un trimestre con los alumnos de 3 años, para ser más concreta), cuales de las actividades que proponía permiten trabajar la creatividad, a aspectos organizativos de centro. Creo que las defendí bien, pero tanta pregunta me llevaba por el camino de la amargura. Y la amargura llegó en forma de "consejo". Una de las vocales me sugirió que me leyera el libro "Gramática de la fantasía" de Gianni Rodari, que me permitiría mejorar el taller. Eso me dejó completamente KO. Le di las gracias y le dije que lo tendría en cuenta. El presidente del tribunal me dio las gracias a mi por la exposición y dio por terminada la defensa.

Salí del aula un poco a trompicones porque no tuve casi tiempo de guardar el material como tocaba y ya estaba entrando la siguiente defensa. Salí al passillo, bebí más agua y bajé de nuevo al coche, donde llamé a mi marido. El consejo de la vocal me había afectado muchísimo y ya le dije que no tenía muchas esperanzas de aprobar. Me dijo que me tranquilizara y envié también algunos mensajes a una amiga que vive en Ibiza y que había pasado la defensa el día anterior. Si os digo la verdad no recuerdo si intercambiamos audios del Whatsapp o hablé con ella por teléfono. Son recuerdos confusos. Solo sé que me puse a llorar. De rabia, de nervios, de cansancio... Tenía que hacer algunas compras, así que me fui a desayunar a Ikea que estaba muy cerquita. Compré algunas cosas y fui a un centro comercial, pero raro en mi, compré muy poco y eso que ya habían empezado las rebajas. Llamé a mi madre y a la hora de la comida ya estaba de vuelta en casa.


El tiempo que pasó entre que terminé la defensa y salieron las notas, fue agónico. Pasé esos dos días llorando, histérica e interiorizando que tenía que volver a empezar con los temas y sobretodo con la programación didáctica. No salí de casa, más que cuando me sacaba mi marido. Y lo peor, tampoco conseguía dormir. Quería ser positiva pero también que era mejor aceptar las cosas y pensar en qué mejorar.

Otro viernes, esta vez el 6 de julio, salieron las notas de la segunda fase. Y... ¡sorpresa, había aprobado! Tenía un 6,1 en esa parte y la verdad que esta vez sí estuve contenta. Evidentemente quería más nota, pero estaba aprobada y pasaba a la fase de concurso, donde sabía que tenía un baremo alto y eso me beneficiaba (y no solo por experiencia, sino por las titulaciones que tengo).

Ese viernes tenía reservado unos días en un hotel con Spa y la verdad es que los disfruté muchísimo y además estaba ya más animada, aunque no supe que tenía plaza hasta que salieron los méritos el lunes siguiente: estaba la tercera de mi tribunal y según mis cálculos, la 9 teniendo en cuenta los tres tribunales de mi especialidad. Había 20 plazas, así que una de ellas era mía. De manera oficial, no lo supe hasta el día 19 de julio. Aún así, no he terminado de creérmelo hasta que he hecho la selección de centros, en el proceso para funcionarios en prácticas. Y ya cuando vea mi nombre el BOIB será una fiesta.

Y hasta aquí mi experiencia en las opos. En otras entradas intentaré ir respondiendo las preguntas que me habéis ido haciendo por Instagram. 

Mis trucos preferidos para mantener la concentración

23 sept 2018

Hooola a todos,

Setiembre está llegando a su final. Muchos opomaestr@s estáis volviendo a la rutina de estudio y como ex-opositora sé lo difícil que se hace a veces. Así que aquí van mis trucos para recuperar la concentración cuando esta se iba de vacaciones...

1. Usar Forest o cualquier aplicación de control del tiempo.
Mi app preferida era Forest. Si no la conocéis, es una aplicación genial. Con ella consigues dos cosas, controlar tu tiempo de estudio y "bloquear" el teléfono, haciendo crecer arbolitos. Me explico. En la app indicas el tiempo que quieres estar concentrado y el arbolito que quieres "plantar". Durante ese tiempo no puedes tocar el teléfono. Cuando ha pasado el tiempo, suena una alarma y tu árbol ya ha crecido en tu precioso bosque.

A mi esta aplicación me salvó la vida. Me gustaba ver crecer los arbolitos, ganar monedas y poder desbloquear nuevas especies. Tienes la opción también de plantar árboles reales.
La tenéis disponible para Android i para iPhone. Para este último es de pago, pero vale menos de 2€ y os puedo asegurar que la vais a tener más que amortizada con un par de días de estudio.






Gracias a Nerea Cooper descubrí otra llamada Focus Cat App. El funcionamiento es similar pero con gatitos. A mi ya me llega tarde, pero si queréis saber como funciona, en este vídeo os lo explica. ;-)

Fuente: Apple Store
2. Videos de Study with me
En esta entrada ya os explicaba qué es esto. No es más que gente que se graba estudiando. Diréis, menuda chorrada. Pues no. Si eres de los que te motivas viendo a otra gente estudiar pero no te gustan las bibliotecas o no tienes ninguna cerca de casa (como era mi caso), estos son tus videos. A mi me ayudaron muchísimo.

3. Música para estudiar
Este era uno de mis favoritos. Aislarme del mundo era casi necesario muchos días. Mis cascos con reducción al ruido, mi lista de Spotify y a estudiar. Tenía varias, pero al final me hice la mía propia, con las canciones que más me gustaban. La podéis escuchar aquí:



 4. Usar el método pomodoro
El método pomodoro es un método de estudio que se basa en intervalos de trabajo y descansos. El método clásico se basa en estudiar 25 minutos, descansar 5 y así hasta 4 o 6 ciclos. Una vez terminados los 6 ciclos, tienes un descanso largo, de media hora. A mi este método no terminada de funcionarme porque a los 25 minutos solía estar super concentrada y parar suponía un problema. Por eso lo adapté y solía poner períodos de 45 minutos, con descansos algo más largos. Otras veces podía estudiar horas seguidas sin apenas parar, pero eso fueron lo menos. 
Fuente: SOS Studenty
5. Ponerse metas cortas, con recompensas
Algunos días la pereza puede contigo. No hay manera de estudiar y con cualquier mosca te despistas. Esos días, me ponía pequeñas metas con sus recompensas, generalmente algo de comer. Por ejemplo: cuando te hayas leído el tema x, merendamos algo dulce. O cuando acabes el resumen, nos vamos a por chuches. Y funcionaba. Y así es el motivo por el que he subido una talla de pantalón...

6. Sonido blanco, lluvia o tormentas
No lo he usado muy a menudo pero en ocasiones si me he puesto un vídeo de sonido blanco en YouTube (especialmente me gustaba este de aquí). Me permitía estudiar y aislarme muchísimo. Combinado con los cascos de reducción del ruido era genial.
También me gustaba mucho escuchar sonidos de lluvia o tormentas. Me ponía los cascos, un video de YouTube y ale, a estudiar. Hasta que descubrí los sonidos en la App Forest, desbloqueé el de la lluvia y ya eso fue la combinación perfecta.

6. Cuando nada funciona, descansar.
Es una obviedad pero es así. Si después de intentar todo esto, la concentración no viene a ti, quizás no sea tu día. Y cuando no es nuestro día, antes de llegar a la frustración extrema, es mejor cerrar el #opozulo e irse a dar un paseo, descansar y volver más tarde o al día siguiente con más ganas.

Espero que estos trucos os ayuden a seguir con más fuerza. Las oposiciones son una carrera de fondo, dura, pero con una gran recompensa. ¡Ánimo!

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